Entonces sígueme -agrega con una sonrisa recortada en su rastro deforme. Sigue usted al cíclope hasta un lugar donde enormes lenguas de fuego emergen de las profundidades de un pozo. El cíclope lanza un grito suave y del pozo surge un gigantesco ave de plumaje encendida. Vuestra guía se dirige a ella y esta vuelve a hundirse en el pozo, desapareciendo asimismo las llamas. En su lugar, un puente de mármol aparece ante vosotros.