Toma usted su espada con el fin de hacer frente a su posible adversario. Aquello puede ser una trampa; usted ha oído hablar de sirenas y monstruos de apariencia femenina. Un segundo después, la atacáis con vuestra espada.--- ¡Detente! -pero su advertencia llega demasiado tarde: cuando usted introduce su pie en el lago, un dolor insoportable recorre todo su cuerpo. Aquello hierve a pesar de su aparente quietud. Muere usted instantáneamente.